Balde invita a sumergirse en su historia y paisajes únicos en el oeste provincial

La localidad se posiciona como uno de los destinos turísticos más elegidos, gracias a sus aguas termales y su cercanía con la capital. También, ofrece una experiencia singular que combina relax, naturaleza y cultura.
Ubicada a unos 30 kilómetros de la capital sanluiseña, Balde fue parte del antiguo camino real. El 19 de julio festejará su 120 aniversario y el 26 del mismo mes, la localidad homenajea a su patrona, Santa Ana. El municipio organiza el 24° Festival Provincial de las Aguas Termales, que será el 22 de febrero.
Según los datos recopilados por el Observatorio Turístico durante el año pasado, Balde fue una de las localidades que logró cubrir la totalidad de sus plazas en la mayoría de los fines de semanas largos, y se posicionó como uno de los circuitos periféricos más elegidos junto a San Jerónimo y La Carolina. Este dinamismo estuvo sustentado, por un lado, a través del impulso al turismo de cercanía y, por otro lado, gracias a las aguas termales que son recomendadas para el tratamiento de diferentes afecciones.
Asimismo, en 2024 Balde participó en la Feria Internacional de Turismo y capacitó a más personal para especializarse como anfitriones turísticos. Esta localidad también forma parte de un documento elaborado por el Programa de Promoción de Inversiones Turísticas Privadas, desde el Gobierno Nacional, donde se analiza el potencial no sólo para el desarrollo del turismo termal, sino también para servicios estratégicos como, por ejemplo, hoteles boutiques y mayor oferta gastronómica con productos regionales, entre otros.
“Este documento presenta territorios de oportunidad, destinos asociados y vectores de inversión privada para el agregado de valor en toda la cadena turística de la provincia de San Luis. Tiene por objetivo de promover la identificación de oportunidades y alentar la realización de inversiones sostenibles y de calidad, que promuevan la accesibilidad, la generación de empleos verdes y una mejora sustancial en la competitividad de los destinos”, aclara el material de difusión federal.
Atractivos naturales
Por la Ruta Nacional 7, hacia el oeste (Mendoza), las Termas de Balde contienen aguas alcalinas, cloruradas, bicarbonatadas y sulfatadas que emergen de una amplia meseta subterránea y alcanzan una temperatura de 43°C. Se pueden realizar paseos y tomar baños. Se destaca su balneario municipal con servicios básicos y pileta con juegos acuáticos al aire libre.
A pocos kilómetros, se encuentran las Salinas del Bebedero, con agua salobre y una superficie de 6.500 hectáreas. En este lugar también es posible observar el proceso de producción de sal comestible, que se inicia con una etapa de estacionamiento y depuración natural en gigantescas parvas, para luego pasar a la etapa de lavado y centrifugado, y finalmente ingresar al circuito de secado y almacenamiento en grandes silos.
Un pasado de sacrificio compartidos
En el libro ‘Noticias para la historia de los pueblos de San Luis’, publicado en 1996, el historiador Jesús Liberato Tobares dice: “Con relación al origen de esta población, debemos remitirnos a la segunda década del siglo XIX. Al respecto dice Don Reynaldo A. Pastor: ‘Muy cerca de la antigua posta de San José de Bebedero, que también fue uno de los fuertes de la frontera Sud, el teniente gobernador Dupuy mandó establecer una posta en el año 1817, con el objeto de proveer agua a los viajeros, que debían realizar la extensa travesía entre Mendoza y San Luis. Con grandes sacrificios se construyó un canal desde San Luis, en una extensión de seis leguas; se levantó una casa, se construyeron corrales, y dos grandes represas’”.
“Don Juan W. Gez proporciona estas noticias: ‘Terminados los trabajos, se elevó al Superior Gobierno los planos de todas las obras y se pidió se diera nombre a la posta. El Directorio aplaudió tan importante obra realizada y dio el nombre de Dupuyana, en homenaje a su iniciador y ejecutor, designado maestro de posta al respetable vecino D. Blas Videla”, recopiló el historiador.
“Según la tradición, fue Don Policarpo Lucero quien en 1835 hizo cavar en su estancia de la Cañada un pozo de balde, que dio nombre al paraje”, resaltó. En dicha obra, Tobares, además, señala que durante la década del noventa Balde pertenecía a esos pueblos “tan olvidados y silenciosos que quedaron al margen del camino asfaltado, a cuya vera los automovilistas pasan a más de cien kilómetros por hora, sin pensar que en esos villorios hombres fuertes y visionarios trazaron las líneas iniciales de nuestra provinciana”. Asimismo, recordó que en estas tierras del oeste vivió el cacique Ecque, sobre todo en las inmediaciones de Salinas del Bebedero.